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El algodón, piedra angular del mundo textil, desempeña un papel paradójico como tejido querido y al mismo tiempo como prolífico generador de residuos. Sólo Europa desecha la asombrosa cifra de 4 millones de toneladas de ropa al año, lo que alimenta una crisis mundial de residuos. En países como Bangladesh y la India, el desperdicio de la producción textil alcanza niveles aún mayores.
En un intento por minimizar nuestra huella ambiental y combatir el desperdicio, iqoniq ha dado un paso audaz hacia la integración del algodón reciclado en nuestro proceso de producción, creando prendas de primera calidad y reduciendo drásticamente nuestra dependencia de materiales vírgenes. Nuestro compromiso se centra en los residuos de algodón pre consumo, utilizando textiles desechados de la producción, como cortes, tejidos rechazados y componentes de algodón no utilizados.
Al reconocer que la longitud de las fibras de algodón recicladas no produce un tejido lo suficientemente resistente, adoptamos un enfoque innovador. Nuestras mezclas consisten en 100% algodón, combinando estratégicamente fibras orgánicas vírgenes y recicladas para optimizar la resistencia del tejido, extender el ciclo de vida del producto y brindar esa sensación irresistiblemente suave.
Aquí entra el algodón orgánico, la encarnación de prácticas textiles éticas y ecorresponsables que subrayan nuestros diseños de ropa. Su cultivo se basa en principios ecológicos, sustituyendo fertilizantes y pesticidas químicos por abono natural, salvaguardando tanto el bienestar de los agricultores como la pureza de las aguas del campo.
Pero la cosa no termina ahí; La modificación genética está estrictamente prohibida en el ámbito del algodón orgánico, ya que preserva los ecosistemas, nutre la biodiversidad y defiende el equilibrio ambiental en las cercanías de los campos de algodón.
En la colección de iqoniq, la elección es clara: hemos integrado algodón orgánico en nuestras mezclas de materiales, elevando la calidad del tejido y realzando ese tacto suave irresistible.
Nuestro algodón reciclado se elabora a partir de residuos de corte procedentes de los mercados locales cercanos a nuestras fábricas. Estos residuos se recogen de diferentes fábricas, diferentes tejidos, diferentes producciones.
Los residuos de corte se separan por colores y luego se limpian manualmente de cualquier materia extraña. Sin embargo, algunas impurezas pueden permanecer en el interior de los residuos y aparecer en menor medida en el aspecto final del tejido. Por ejemplo, un hilo un poco más oscuro o un poco más grueso. Estas impurezas realzan la naturaleza del producto reciclado y deben considerarse una ventaja, no un defecto.
La tonalidad final del tejido de algodón reciclado depende de la composición cromática inicial de los residuos, especialmente nuestros colores de brezo sin teñir y el color crudo natural se fabrican con procesos totalmente exentos de agua, por lo que pueden presentar ligeras variaciones de color entre las distintas piezas.
Creemos que tanto las impurezas como los matices de color demuestran la verdadera historia de nuestro proceso de reciclado.
